En Bocas del Toro existe una comunidad llamada El Silencio. Se trata de un asentamiento informal cuyo proceso de declaratoria de antigüedad inició en el año 2010 y segregado del corregimiento El Empalme, que fue y declarado corregimiento mediante Ley 39 del 8 de junio de 2015.
Dicha comunidad está a la espera de títulos de propiedad por parte de las autoridades nacionales. Pero ¿serán posibles estas entregas?
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Este medio pudo conocer que para que se le puedan otorgar estos títulos a las más de 500 familias que habitan en esta comunidad, primero deben resolverse un conflicto que existe sobre la propiedad de la tierra.
¿Qué sucedió? Bueno, en el año 1998, la antigua Dirección de Reforma Agraria del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), legalizó fincas que unos años más tarde resultaron ser fincas que se traslaparon sobre 10 hectáreas de la finca 1871, finca cuyos propietarios demuestran que existe desde el año 1926, además de la sentencia de deslinde y amojonamiento que el Juzgado Primero Civil de Bocas del Toro confirmó mediante peritaje del traslape existente.
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El Registro Público de Panamá fue creado en base a principios registrales, uno de estos principios es el principio registral de prioridad que determina el reconocimiento de derechos, tienen prioridad los más antiguos sobre los posteriores; se basa en el apotegma jurídico “prio tempore, potior iure” (primero en tiempo, mejor en derecho).
La familia propietaria de la finca 1871, con más de 10 hectareas 6272m², ha sufrido vulneración de sus derechos, desde el momento en que la tierra fue invadida, hasta la actualidad donde diversos gobiernos han desatendido sus reclamos en justo derecho y como real propietarios.
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Mientras tanto existe una comunidad ya reconocida y establecida, cuyas familias que allí habitan tienen derecho de acuerdo con la ley a que se les legalice su situación.